Marie-Christine tiene dos hijos de 3 y 5 años. A pesar de su piel sensible, Simon y Jonathan aprovechan el sol y pueden jugar tranquilamente en la playa. Todo ello gracias a los buenos hábitos de su madre. Aquí está su testimonio.
Contexto
Marie-Christine, ¿cuál es tu relación con el sol?
Soy muy afortunada por vivir junto al mar. Siempre pensé que el sol es bueno para la salud y el bienestar… Incluso después del nacimiento de mis hijos, cambiar mis hábitos no estaba en los planes. Los llevé a la playa desde que eran muy chiquitos. Sin embargo, ya que su piel es sensible, siempre fui muy cuidadosa y me aseguré de que no se expusieran en exceso al sol.
Síntomas
Entonces, ¿cómo los proteges?
Para evitar cualquier riesgo, utilizo cremas de protección solar de FPS 50+. Procuro evitar las exposición al sol en las horas más calurosas del día. Además los protejo con un sombrero de algodón y una playera. Sin olvidar que hay que aplicar la protección solar con frecuencia (alrededor de tres veces al día). Pero mi mayor preocupación es cuando ellos juegan en la playa. Ya que a Simón y a Jonathan les encanta jugar en el agua, siempre me he sentido obligada a aplicarles crema cada 10 minutos, lo que hace mis tardes aburridas.
La solución
¿Intentas mantener este ritual?
Sí, ¡Pero estoy cansada de tener que comprar un bote de crema cada dos días! Así que basándome en las recomendaciones de mi dermatólogo, voy a utilizar una crema resistente al agua.