La forma más común de las alergias solares es la erupción solar benigna. Se caracteriza por un brote de pápulas rojas (manchas) en los días soleados. Afecta casi al 10% de los adultos. Por ello los dermatólogos se encuentran normalmente con este problema en sus pacientes.
¿Cuál es el perfil de los pacientes que vienen a verte con síntomas de erupción solar?
Bastante a menudo son mujeres entre los 15 y los 35 años.
No vienen necesariamente en verano, a pesar del nombre de la enfermedad. Una excursión a la nieve o unas horas en la terraza de una cafetería en primavera, pueden provocar la aparición de manchas pequeñas, rojas que aparecen ligeramente; estas manchas tan poco atractivas pueden aparecer en el escote, los antebrazos y las piernas. Si la exposición al sol continúa, la piel se acostumbra y estas manifestaciones desaparecen.
¿Hay alguna manera de prevenir la erupción solar?
Todo comienza de repente sin ningún factor que lo provoque en absoluto, excepto la exposición al sol.
Una vez que la erupción solar ha tenido lugar, se repetirá de manera sistemática cada vez que te expongas al sol. Por ello recomiendo que mis pacientes, sobre todo aquellos que tienen la piel sensible, usen una protección solar efectiva que filtre tanto la radiación UVB como la UVA.
¿Hay medicinas que puedan prevenir la aparición de la erupción solar?
También utilizo sumplementos alimenticios que contienen betacarotenos, selenio y probióticos;
deben tomarse un mes antes de iniciar la exposición al sol y durante el tiempo de la exposición. Para la mayoría de las erupciones solares prescribo un tratamiento de fármacos antimaláricos sintéticos que comienza 10 días antes de la exposición al sol. Soy menos propenso al uso de la fototerapia, que consiste en unas cuantas sesiones de radiación ultravioleta antes de iniciar la exposición al sol, porque no me gusta añadir exposición UV a mis pacientes.