Durante su niñez la piel es más receptiva a la radiación ultravioleta. El "capital solar" se consume rápidamente durante la niñez. Las quemaduras solares en los niños se deben evitar por completo. El consejo de un dermatólogo para minimizar el riesgo.
Basado en tu experiencia, ¿los padres están lo suficientemente atentos a los peligros del sol?
Hoy en día hay una gran cobertura mediática sobre los peligros del sol y está empezando a aumentar la conciencia sobre ello.
No obstante, al final del verano, normalmente veo los restos de las quemaduras solares en las caras de los niños y en los hombros. No siempre es el resultado de una exposición al sol sin cabeza en la playa sino las consecuencias de la exposición mientras se practica deporte (ciclismo, tenis), una situación en la que los padres normalmente no son tan cuidadosos.
¿Qué información les das a los padres sobre la prevención del sol?
Les explico que la piel de los niños es extremadamente vulnerable al sol.
Cuanta más clara sea su tez (pelirrojos y rubios), más grande será el daño. La protección debe ser la misma, por tanto, tanto en verano incluso con el cielo nublado o cuando los niños se mueven alrededor. Las horas en las que el sol está más alto en el cielo son particularmente peligrosas. Es durante la edad adulta cuando los niños sufrirán las consecuencias de una exposición desprotegida.
¿Qué consejos puedes darles?
Los niños menores de 3 años no deben exponerse al sol directamente.
Recomiendo gafas anti-UV, un sombrero de ala ancha, una camiseta y protección solar alta en la piel expuesta. Este producto tiene que ser efectivo contra la radiación UVB y UVA, aplicarlo en cantidades suficientes y repetir su aplicación cada dos horas. Debes hacer que los niños beban a menudo si hace calor. Y evitar el sol entre las 11:00 y las 16:00.